Buen día y bendiciones a todos, ¡tenía que vivirlo!…
Dr. Jorge Norero González/Guayaquil
La madrugada del 16 de septiembre del 2023, salí de mi casa a las 12.30 am para hacer un recorrido por diferentes lugares de Guayaquil y Samborondón, recorriendo la avenida del Bombero, Miraflores, Urdesa, alborada, avda. Juan Tanca Marengo, Mall del Sol, Avenida de Las Américas, el puente de Sauce que conecta con Samborondón, toda la avenida principal desde el sector de Daule ida y vuelta para luego tomar el Puente de la Unidad Nacional, tomar luego la avenida Luis Plaza Dañin, Policentro, Urdesa por la avenida Víctor Emilio Estrada, cruzar luego el puente que conecta con Miraflores, y seguir luego por la vía a Daule, para luego regresar por la Perimetral hacia la carretera a la Costa…
Les comento que, durante todo ese trayecto, nunca vi una patrulla policial, presencia militar por ningún lado, apenas tres vehículos de la ATM colocando barreras por diferentes lugares en las calles, es decir cero presencia y controles en estos sectores, pese a que vivimos en estado de excepción, emergencia, conmoción social…
Todos estos lugares tenían sus locales cerrados, tres locales tipo bar y discoteca permanecían abiertos con pocas personas a las 1.20 am …
Definitivamente parece que este tema de las vacunas y la grave situación de inseguridad ha obligado sobre todo a los jóvenes, cambiar sus horarios de diversión, costumbres, hábitos…
Apenas una carretilla de hot-dogs y sanduches esperaba poder vender en la esquina de Víctor Emilio Estrada y Guayacanes sus productos, a los hambrientos comensales de la noche y madrugada, que en otras épocas a esa hora la vida nocturna recién comenzaba, con la preli y otras costumbres que la inseguridad ha cambiado definitivamente, en el modo de vida de nosotros los ciudadanos…
Los pocos vehículos que transitaban, cuando nos agarraba una luz roja, obligaba a mirar por todos lados a alguien sospechoso, tensión, podía escuchar el latido de los corazones como se aceleraba ante la presencia de motos con dos personas a bordo, vehículos sin placas con vidrios oscuros, sin importar las fotos radares que por doquier abundan…
Otro tema que me llamó la atención es la falta de iluminación por muchos sectores, el puente de la Unidad oscuro, y el de regreso a Guayaquil desde Samborondón tres carriles en reparación y totalmente oscuro, sin luminarias…
Definitivamente estamos abandonados a nuestra propia suerte, intenté llamar al ecu911, pero no tuve respuesta, seguramente se quedaron dormidos…
No me atreví a recorrer otros sectores de Guayaquil, porque aquello hubiese sido temeridad y desafiar al destino…
No tenemos fuerza pública que nos proteja y prevenga de delincuentes y criminales, los diferentes espacios que, en otras épocas, permitía la vida nocturna…, aquello cada día más es una ilusión, un espejismo, el miedo y el terror son los dueños de la noche, hasta que la luz del amanecer traiga algo de tranquilidad y esperanza… nos inunda el miedo, pero hoy hemos sobrevivido un día más gracias a Dios…
Semper Fi.