El goleador de la final del Mundial 90 que dio el título a Alemania está a sus 54 años totalmente arruinado.

ALEMANIA. «La vida es larga y nunca se sabe». No sabemos si Andreas Brehme escuchó alguna vez esta frase tan usada por los mayores cuando aconsejan a los más jóvenes, pero no le hubiese venido mal. Y es que el alemán, que marcó el gol en la final del Mundial del 90 que dio el título a su país ante Argentina, está a sus 54 años totalmente arruinado.

Según cuenta la prensa alemana el defensa germano, que jugó entre otros equipos en el Zaragoza, tiene una deuda de 200.000 euros, así lo reveló la cadena alemana Deutsche Welle en su página web que «Brehme tendrá que responder ante un juzgado en Múnich por deudas antiguas». El Deutsche Welle habla, además, de «una cifra cercana a los 200 mil euros».

Brehme lleva sin empleo estable desde 2006, cuando abandonó el cuerpo técnico del Stuttgart. Parece claro que el ex jugador no ha sabido controlar su economía, ya que fue una estrella en los años 90; además del Zaragoza, jugó en clubes tan prestigiosos como Bayern o Inter.

La situación de Brehme es la comidilla estos días en Alemania. Franz Beckenabuier ha pedido ayuda para su ex pupilo, pero ha sido otro ex futbolista el que se ha descolgado con una sorprendente oferta de trabajo para Brehme: la limpieza de urinarios.

Un ex compañero ha acudido en su rescate. Se trata de Oliver Straube, que ahora es dueño de una empresa de limpieza. «Nosotros estamos dispuestos a emplear a Andreas Brehme como ayudante en nuestra firma de limpieza. Allí él se enterará lo que es trabajar de verdad haciendo el aseo de los sanitarios e inodoros. Eso le servirá para enterarse de cómo es la vida y mejorar su imagen. Eso sí es ayudar a Brehme», dijo Straube.

«Tenemos la responsabilidad de ayudar a Andreas Brehme, él hizo mucho por el fútbol alemán, le dio un título, y ahora es el turno del fútbol alemán de hacer algo por él.Quizás podemos crear un fondo para proteger a los jugadores que atraviesan emergencias», comentó también Beckenbauer. (Internet/La Nación)