Avícolas de Puéllaro se organizan frente a la influenza aviar
Las granjas avícolas de Puéllaro, en el noreste de Quito, se han organizado para controlar el brote de influenza aviar, que afectó a 20 000 aves. De estas, 16 925 murieron y 3 075 fueron sacrificadas.
Puéllaro es considerado como sector prioritario para recibir la vacuna por la presencia del virus reportado. Primero se considerarán a los predios de la zona focal y perifocal donde surgió el brote. Luego, se continuará con el proceso en todas las granjas de esa parroquia rural de Quito.
La Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) menciona que ya se han evaluado 15 granjas de producción comercial y un aproximado de 50 predios de traspatio.
Estos espacios -registrados mediante catastro- deben cumplir con las debidas medidas de bioseguridad, un médico veterinario responsable de la granja y resultados negativos en pruebas de diagnóstico de influenza aviar para incorporarse en la vacunación.
La idea es que a medida que se cumpla con los requisitos establecidos, más granjas avícolas se incorporen al proceso.
Si bien durante actividades de vigilancia epidemiológica realizadas en la parroquia no se identificaron nuevos brotes, Agrocalidad expresa que el monitoreo en la zona es permanente.
Asimismo, al momento se capacita y socializa con los productores el proceso de vacunación y la importancia de la implementación de medidas bioseguras.

Programa de bioseguridad en avícolas
Edgar Navarrete, médico veterinario y miembro de la Asociación de Avicultores de Puéllaro, cuenta que actualmente solo se permite el ingreso de personal autorizado a las avícolas; es decir, a los trabajadores del lugar.
Y que los vehículos de los empleados, así como de quienes ingresan a retirar los huevos o a dejar alimentos para las aves, pasan por un baño de desinfección. Así, se evita el ingreso de enfermedades.
Dentro de los galpones de postura también se cuenta con alcohol para la desinfección del calzado. También se colocó mallas para evitar la entrada de pájaros.
De forma permanente, se lleva a cabo una campaña para disminuir la cantidad de ratas que aparecen en búsqueda de alimento.
Según Navarrete, en Puéllaro -un centro productivo donde existe una alta densidad de aves- hay aproximadamente entre 550 000 y 600 000 gallinas (incluyendo las aves de recría).
El foco y perifoco que va entre 3 y 5 kilómetros abarca a varias granjas de este sector pequeño. Los avicultores solicitan que se amplíe a una mayor distancia para vacunar a más aves.
En Puéllaro en el año 1985 había 64 avicultores con granjas pequeñas de 200 000 y 300 000 gallinas. No obstante, a partir de la década de los 90 -con la Ley de Sanidad Animal- se comenzaron a regular los espacios para tener las aves. Actualmente, en esa parroquia existen 12 avicultores.

Vacunación contra la influenza aviar
La dosis contra la influenza aviar está aprobada para las aves de vida larga (postura). Los pollos no entran en la selección porque su tiempo de vida es corto.
La vacuna es una herramienta para proteger a las aves contra la influenza aviar y se trata de un complemento a las medidas de bioseguridad.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería aclara que si bien la vacunación no evita el contagio de la enfermedad, sí disminuye la tasa de mortalidad de las aves de un 80% a un 40% y la propagación del virus en zonas de riesgo.
Además, reduce la circulación de la influenza y propicia una producción avícola segura.
Según un informe que publicó el INEC, en el 2021, en Pichincha había 12,9 millones de aves criadas en los planteles avícolas.

Precio de la libra de pollo bajó
La Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave) indica que en los últimos días, la tendencia del precio al productor de huevo de mesa es al alza y de la libra de pollo en pie es a la baja.
No obstante, enfatiza en que estas tendencias no son producto de los brotes de gripe aviar. “Esto se preveía desde hace varios meses debido a la cantidad de producción nacional y oferta en el mercado”, puntualiza la agrupación.
Sin embargo, Navarrete cree que con el más de 1,2 millón de aves muertas en el país, las avícolas incrementaron el costo de sus productos.