Antonio Aguirre M.

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Con amplia mayoría de votos el Senado Brasileño apartó del poder por 180 días a la presidenta Rousseff  y ordenó continuar el juicio político a la funcionaria suspendida.

De nada sirvieron las críticas y los buenos oficios del combo de los revolucionarios-socialistas del siglo XXI, que encabezados por Lula Da Silva y secundados por Nicolás Maduro, Rafael Correa y Evo Morales defendieron lo indefendible, protegiendo  la más grande red de corrupción que se ha conocido en Sudamérica, queriendo sustentarse en un apretado triunfo electoral.

Nuestro sub-continente merece mejores días y  de gente honesta bien intencionada que reconstruya los desastres ocasionados por sistemas políticos hambreadores, corruptos y fracasados que nos están llevando al caos total, utilizando agitadores políticos y guerrilleros fracasados para sus protervos fines.

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