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Analistas no ven conveniente que el Gobierno declare la muerte cruzada

El presidente Guillermo Lasso aún no emite ninguna postura oficial sobre acoger o descartar la disolución de la Asamblea Nacional, lo que se conoce como muerte cruzada. Analistas explican las razones por las que no es conveniente que se active ese mecanismo.

Aún no existe un pronunciamiento oficial del Jefe de Estado sobre activar el mecanismo constitucional. Se mantiene la postura que declaró el ministro de Gobierno, Henry Cucalón, en la tarde, de que esa figura la puede ejercer el Presidente en cualquier momento.

«Hoy les estoy diciendo, nos vamos a defender ante la Asamblea Nacional en este malhadado y sin sustento proceso político», insistió antes de una reunión con el Mandatario.

La Secretaría de Comunicación confirmó que se difundirán declaraciones del Presidente en un mensaje a la nación, este 30 de marzo a las 21:00.

Mientras tanto el analista político Alfredo Espinoza evalúa que «el correísmo, la facción violenta de la Conaie (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y el Partido Social Cristiano están arrinconando al Presidente para que opte por esa vía (la muerte cruzada) para que los mayores beneficiarios sean quienes se encuentran políticamente organizados, básicamente el correísmo».

Dice que no le conviene a Lasso disolver al Legislativo porque no será bien visto que tras la muerte cruzada gobierne bajo decretos por seis meses y convoque a elecciones anticipadas, «seguramente con una campaña agitada al calor de la convulsión social» y que puede terminar en que «los grandes ganadores sean los correístas y el movimiento indígena».

Si se decreta la muerte cruzada tanto el Ejecutivo como el Legislativo tienen los días contados, se acelera el mandato de Lasso y los legisladores se quedan sin pan ni pedazo, según Espinoza.

Insiste en que Lasso debe pensar en el sostenimiento de su Gobierno y no en su persona porque tiene un vicepresidente que le puede suceder. «¿Qué es lo menos traumático para el país y para la democracia? Eso es lo que debe estar en debate», sostiene al referir que en la escena está el correísmo como una «marca que vende en momentos de crisis y desesperación ciudadana».

Efectos para el país
En este contexto en el que la Corte Constitucional emitió su dictamen, la existencia de fuerzas políticas opositoras y los argumentos alrededor del juicio político, le han hecho reflexionar al Gobierno a darse cuenta de que ir por la vía de la muerte cruzada no es tan fácil como lo manifestaban, observa el analista político Rodrigo Jordán.

«En las últimas horas (el Gobierno) se ha dado cuenta que esa (la muerte cruzada) es una medida extrema difícil de aplicar, tomando en cuenta la situación del Ecuador y la presión de los actores sociales que han hablado de movilizaciones», analiza Jordán.

Considera que el Gobierno no debe usar la muerte cruzada como una venganza política contra una Asamblea con la que «no se lleva». Además, cree que, ante el eventual juicio político, Lasso debería acudir en persona a exponer las razones por las que piensa que no existen sustentos para el proceso. «Sería la primera vez que rinda cuentas al país».

En ese sentido, puntualiza que activar el mecanismo aumentaría el grado de conflictividad social que ya tiene hoy, por varios factores; no existen las causales estipuladas en la Constitución para la disolución; la consecuencia sería el debilitamiento del Gobierno; durante los seis meses que gobierne por decretos no tendría legitimidad; y podría haber una mayor convulsión del país con la posición de la Conaie a través de movilizaciones.

 

 

El Comercio