Opinión

AMORES ¡LIBERTAD!

Orlando Amores Terán/Quito

CUANDO LA LEY ES BENÉVOLA CON EL CORRUPTO, DENUNCIAR SU ATRACO, LEGITIMA EL ROBO. UNA VEZ SENTENCIADO, NADIE PUEDE VOLVER A ENJUICIARLO POR EL MISMO HECHO.

El narcoterrorismo, autodenominado socialismo del s. XXI, no convirtió al Estado en herramienta del crimen, lo transformó en narcoestado, para legitimar la delincuencia y el terrorismo, a través de leyes diseñadas para favorecer el delito y proteger criminales.

Cuando el régimen jurídico es benéfico con el crimen, denunciar actos de corrupción, sin antes destruir el narcoestado, lo único que logra es legitimar el atraco que hicieron los corruptos, porque reciben una sentencia benévola, no devuelven un centavo al erario nacional y salen en libertad, a disfrutar lo robado.

¿Quién ganó? El corrupto. ¿Quién se benefició? El denunciante, porque ante los ilusos que no analizan los efectos de la denuncia, queda como el único que encaró a los delincuentes.

¿Quién perdió? Todos los ecuatorianos que miramos cómo legitiman el robo, los corruptos, en perjuicio de nuestros nietos y los que aún no nacen.