Opinión

AMORES ¡Libertad!

Orlando Amores Terán/Quito

 

LUMPENIZACIÓN DE LA POLÍTICA

 

No puede haber educación en valores cívicos, morales, patrióticos, históricos, culturales, religiosos, éticos. Como tampoco se pueden implementar políticas públicas, inteligentemente concebidas y bien intencionadas, manteniendo inalterado el narcoestado plurinacional oclocleptocrático vigente.

Igualmente, de poco sirve tener el alma buena, en un país donde se impone el terrorismo estatal, a través de normas diseñadas para favorecer el delito, proteger a los criminales, anteponiendo el garantismo y los derechos humanos de delincuentes y terroristas, al interés general de toda la Nación.

El entorno de inseguridad, corrupción generalizada, fraude electoral, injusticia e impunidad vigente; provoca la dilución de la historia, por tanto, el asesinato de la reputación de quienes la forjan, mientras enarbola la lumpenización de la política; todo lo cual destruye el alma individual y social.

Tanto este aserto es verdad, que, procediendo del mismo origen, los jóvenes criados y adoctrinados durante la década infame 2007-17 y aquellos que participaron de ése régimen oprobioso, no actúan con la escala de valores morales, cívicos, patrióticos que tuvieron sus abuelos, padres y tíos, criados y educados en el incipiente, pero perfectible Estado democrático, liberal, de la década de los 50 a los 80.

En consecuencia, primero, es lo primero, hay que desarmar el narcoestado mediante Consulta Popular de iniciativa presidencial, con las preguntas aprobadas por la Corte Constitucional en Dictamen 7-19-RC-19.

Si eso no se hace de modo urgente, todo carecerá de valor, porque seguimos dentro de un sistema putrefacto, generador de inseguridad, corrupción, fraude electoral, injusticia e impunidad que nos conduce inexorablemente -con rostros jóvenes, extraordinariamente bien preparados-, hacia la cubanización del Ecuador.