Alianza pública-privada
Antonio Aguirre
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Es positiva la decisión del Gobierno de abrir sus puertas para que las empresas privadas participen ahora, en época de crisis, en el desarrollo de nuevas fuentes de trabajo y fortalecer la economía nacional que se ve afectada principalmente por la baja de precio del petróleo.
Positivo el último dictamen de prácticamente privatizar las estaciones de servicios de la red de Petrocomercial que competían con sus similares con ventaja en sus precios, aunque un poco tarde se dieron cuenta que era una competencia desleal, para nivelar los precios han recurrido al viejo sistema del gradualismo, mecanismo que utilizaron anteriormente los mismos de siempre. Así se empieza con minigradualismo que posiblemente con el tiempo tendrán que utilizarlo para ajustar los precios de los bienes subsidiados.
Sería interesante que el Gobierno piense en sacar a la venta los bienes incautados a los banqueros corruptos como por ejemplo: Todos los medios de comunicación que actualmente controla el estado, en los que también se producen algo de competencia desleal, la venta de estos valiosos activos podría producir más que las ventas de las gasolineras de propiedad del Estado.
En el borrador del acuerdo se incluyó el impuesto del dos por mil anual que grava al comercio, bancos e industrias del cantón Guayaquil, el mismo que a consideración de juristas entendidos en materia fiscal ya está derogado y se sigue cobrando de forma ilegal. Lo grave del asunto es que pretenden mantener ese impuesto, solamente para las empresas del cantón Guayaquil, ocasionando de esa manera el alejamiento de inversores que estén interesados en invertir en este cantón.
En aras de la equidad tan alabada por la revolución ciudadana éste castigo al cantón Guayaquil es una prueba más que se trata de que nuestra ciudad pierda su hegemonía económica, los negociadores privados por ningún motivo deben aceptar este discrimen a nuestra ciudad, que es el eje y motor de la economía nacional.
Un asunto poco explicado es el castigo que sufre nuestro petróleo de exportación si se compara con el precio referencial, siempre tiene un precio menor que últimamente ha llegado hasta $9 por barril, anteriormente funcionarios de este Gobierno eran críticos acérrimos cuando el castigo llegaba a $2 o $3, hoy llega a $9 y no hay ningún comentario.
El mes pasado, Petroecuador informó sobre la adjudicación del contrato para la importación de 2’880.000 barriles de diésel Premium, a la empresa Trafigura, que presentó un diferencial de +$3,29 por barril. Esta misma compañía antes fue criticada e involucraban a los mismos de siempre, e incluso demando al propio Estado que hoy le adjudica el contrato para la compra de diésel.
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