Algunas reflexiones sobre la prevención del Covid-19
Por Fabio Mendoza
Poeta Nicaragüense
Para el Periódico La Nación de Guayaquil, Ecuador
En la actual circunstancia que estamos pasando la humanidad por la pandemia del Covid-19, donde todo se ve color gris, pareciera que se agotan nuestras fuerzas y que la espera se hace cada vez más extensa, debemos recordar en primer lugar que, esto que estamos viviendo es pasajero y que al final de esta nube oscura hay una luz de esperanza que nos motiva y nos insta a que viviremos tiempos mejores.
Es meritorio elogiar a muchos gobiernos del mundo que dieron un paso adelante para enfrentarse con determinación a esta enfermedad, y de esta manera de la mano del pueblo evitar contagios y mayores estragos. Como también nos hemos dado cuenta de algunos gobernantes que pareciera más bien que son aliados del Coronavirus y no han hecho lo mínimo para prevenirlo, al contrario instan a hacer reuniones y hasta actos masivos por las calles en claro desafío a las normas emitidas por la Organización Mundial de la Salud y poner en peligro al mismo pueblo.
En tal situación debemos ser muy responsables los ciudadanos, si el gobierno está haciendo un esfuerzo grande para que el pueblo acate las normas y así evitar que se propague el virus, nosotros estamos en la obligación de corresponder a ese llamado, sabiendo que el bien es para nosotros mismos. En algunos casos no es así, hacemos caso omiso y actuamos como si nada está pasando.
Hago uso del transporte público para trasladarme al trabajo, es ahí donde se ve el grado de irresponsabilidad de muchas personas. He visto cuando el bus hace el recorrido algunas personas empieza a toser sin hacer uso de la recomendación que se hace por todos los medios de comunicación que mientras se está tosiendo hay que colocarse el antebrazo en la boca, lo peor del caso es que a la par va sentada otra persona, esto se vuelve desesperante.
En otra ocasión esperaba en la fila para abordar el bus y lo más inverosímil fue ver no respetar la distancia entre las personas mientras se hace la fila. Mi patrón de dijo en una ocasión que si una persona ama a su familia, quiere a sus amigos lo más indicado es que no se saluden ni de abrazo, ni de beso, evitar darles la mano. Llegará el momento de reencontrarnos, los saludos que no nos hemos dado en todo este tiempo se van a multiplicar, nos pondremos al día con las muestras de afectos.
Todos estamos obligados a ser portadores de llevar el mensaje de prevención del Covid-19 a aquellas personas que están reacias a asimilarlo, pero también poner nuestro granito de arena para concientizar a las otras personas que sabiendo la magnitud de esta enfermedad siguen haciendo cosas como si el mundo no estuviera dando señales que esto es una pandemia muy peligrosa.
En Costa Rica hay más aciertos que desaciertos, eso nos tranquiliza. Al César lo que es del César el Presidente Carlos Alvarado junto con el Ministro de Salud han estado a la altura frente a esta difícil situación que enfrenta el País. A través de los medios de comunicación internacional vemos a diario como en otros países no toman en serio la propagación del coronavirus. Lo que me hace pensar que pareciera que se sienten con inmunidad frente a este mal que se extiende en grandes proporciones y que está dejando miles y miles de muertos. Esta actitud es una completa irresponsabilidad.
Los expertos en saludo todos los días nos están recordando que la vacuna contra el coronavirus somos nosotros mismos. Lavarse las manos restregándose por treinta segundos, mantenernos dos metros de distanciamiento entre una y otra persona, taparse la boca cuando se va a estornudar, quedarse en casa, no tocarse la cara con las manos, son métodos sencillos que nos ayudaran a superar esta terrible enfermedad.
La enciclopedia Wikipedia define la responsabilidad como un valor que está en la conciencia de la persona. Ya puesta en práctica, se establece la magnitud de dichas acciones y de cómo afrontarlas de manera más positiva e integral para ayudar en un futuro. Todos estamos llamados a ser responsables porque es un valor invaluable que todo ciudadano tenemos que ejercer en la vida cotidiana.