2021, elecciones cruciales
Entramos al año preelectoral más peligroso de nuestra historia reciente. Unos comicios que se definirán en medio de la indignación ciudadana. a consecuencia del destape de un conjunto de escándalos de corrupción en los cuales han participado expresidentes como Toledo, Humala y Kuczynski, dos de ellos representantes del centro derecha y un tercero, Humala, de la izquierda chavista. Más aún, Kuczynski tuvo que renunciar a la presidencia envuelto en un traumático proceso de vacancia presidencial que enervó todavía más las iras de la población. No obstante, el escándalo no se redujo al ámbito político, ya que la decidida presencia de grandes empresas constructoras, como Graña y Montero, produjo una peligrosísima irritación popular contra el empresariado en general.
Señalábamos al inicio de esta nota que consideramos a los comicios 2018 como las elecciones más riesgosas de los tiempos actuales porque, si bien Humala en su momento encarnaba a la zurda criolla –como siempre confiscadora, inmoral, mendaz y corrupta–, la hábil y artera gauche local empleará sus mejores artes demagógicas para desligarse del excomandante, ahora hundido en el desgraciado fango de la corrupción. Entre tanto, a diferencia de Humala –quien será negado en todos los rincones por la izquierda como integrante de ese grupo político–, el centro y la derecha quedarán expuestos al más escabroso escenario de su historia, envueltos en una mediática podredumbre acusados de haber asaltado al Estado –delito que igualmente cometieron los zurdos– recibiendo multimillonarios fondos públicos provenientes de sobornos, a cambio de asignar concesiones mientras ejercieron el poder.
El escenario más probable es que la izquierda cazurra se presente al proceso electoral como el ángel salvador del país, colocándose en el campo del puritanismo más absoluto, mientras le endilga al centro y a la derecha todo el peso de los episodios de corrupción que han conocido los paisanos. Las vinculaciones del socialismo com Ollanta y Nadine Humala se encargará de negarlas Antauro, colocando a su hermano como fariseo vendido “a la extrema derecha”. De todo el resto de personajes venales se ocuparán entre los caviares y la dirigencia izquierdista, sabia en convertir el rojo en negro y viceversa. Sin embargo, encontrándose manchadas por la corrupción figurones rojos como Susana Villarán, Indira Huilca, Marisa Glave –tres descollantes imágenes de la rojería contaminadas por la prostituida gestión municipal de Villarán–, así como la propia Verónika Mendoza –envuelta en el escandalazo de las agendas de Nadine–, la cantera izquierdista se concentrará en personajes de extremo peligro como el propio Antauro Humala, Gregorio Santos, Vladimir Huaroc, Walter Aduviri, etc.
Al final del día, encarcelada Keiko Fujimori y perseguido Alan García –por cortesía de la rojería progre-marxista parapetada detrás de Kuczynski y Vizcarra, y apoyada por medios traicioneros y deshonestos como El Comercio y demás diarios, televisoras y radios vendidos al gobierno por el plato de lentejas de la publicidad estatal–, la cancha la tienen claramente a su disposición los radicales, los fanáticos, los sectarios y los terroristas. A menos, claro está, que en estos siguientes meses implosione este perverso andamiaje antiaprista y antifujimorista.
Fuente: Luis Garcia Miró Elguera /Perù.