Opinión

Castelluccio, la joya turística italiana que un terremoto transformó en un pueblo fantasma

A la distancia Castelluccio no parece haber cambiado en mil años.

Tradicionalmente esta localidad de aspecto medieval en lo alto de una colina ha sido considerada uno de los pueblos más bonitos de Italia, situado en medio de una planicie verde conocida como Piano Grande.

Pero al acercarnos por uno de los caminos que conducen al pueblo se ven edificios destrozados y techos colapsados, que recuerdan más a una zona de guerra que a la belleza tradicional de Umbría.

Ha transcurrido cerca de un año de los terremotos que devastaron esta región central de Italia.

Y se ha permitido a los visitantes acercarse a la llamada «zona rossa» o zona roja cerca de Castelluccio, pero no al pueblo mismo que se encuentra a 1.452 metrosde altura.

La zona roja delimita áreas consideradas demasiado peligrosas para los visitantes. Sin embargo, se hizo una excepción para permitir la visita a un evento célebre, La Fioritura, un despliegue espectacular de flores silvestres en los prados de Piano Grande.

Nos unimos a un convoy de cerca de 40 autos que atravesó un retén militar para ascender por senderos del parque natural de los Montes Sibillini, una sierra que es parte del sistema montañoso de los Apeninos

En pueblo tras pueblo se ve el impacto de los sismos que golpearon la región, primero en agosto de 2016 y otra vez en octubre. Parece que el terremoto acabara de ocurrir. La mayoría de la gente que vivía aquí fue trasladada a hoteles en la costa.

Dejamos nuestros vehículos en la cima de una colina y descendimos a pie durante dos horas hasta llegar a la planicie, dominada por la vista del Monte Vettore, límite entre las regiones de Umbría y las Marcas.

Una fisura profunda causada por los terremotos puede verse en la ladera.

De pronto avistamos una paisaje de colores extraordinarios, que recuerda la paleta de un pintor impresionista.

Los prados vibran con el color rojo vivo de amapolas y el azul brillante de flores llamadas scabiosas.

Esta planicie era visitada por unas 10.000 personas al día que llegaban para fotografiar el esplendor de La Fioritura. Este año hay apenas cientos de turistas.

Hay más colmenas que personas en estas praderas.

Piano Grande, una extensión de 16 km cuadrados, cuyo nombre significa literalmente Gran Planicie, está rodeada por montañas y fue antiguamente un lago formado por glaciares.

Es en estas praderas que los agricultores de Castelluccio plantan sus lentejas, un cultivo que se ha hecho famoso entre consumidores de todo el mundo.

Este año sólo se permitió a los agricultores que prepararan el terreno para la temporada siguiente. No se ha permitido a nadie ingresar al pueblo fantasma.

Cerca de los restos de esta localidad que fue su hogar por generaciones, Lorenzo Caponecchi vende lentejas y arvejas en un puesto a orillas del camino.

Me pregunto por qué ha llevado tanto tiempo reconstruir esta región. ¿Es porque se trata de edificios tan antiguos? ¿O es una cuestión de dinero?

«No», me dijo enfadada Monia Falzetti. «El motivo son el Estado y los políticos. La Unión Europea ha dado mucho dinero para la reconstrucción pero aquí no vemos ni un centavo».

Otros exresidentes de Castelluccio sienten tanta ira ante la falta de ayuda que creen que no debería permitirse la llegada de visitantes a Piano Grande.

«Vienen a hacer turismo entre escombros», señalan. (BBC)